Técnica de engorde en bovinos, el resultado de una ardua labor

La Nación - Sábado 31 de julio de 1993

Tratamiento: se trata de la castración incruenta de vacas y vaquillonas definida como un “ anabólico natural”, una solución antiséptica en la cavidad uterina inhibe la producción de una hormona.

Mientras estudiaba en la facultad de Casilda, dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), el veterinario pergaminense Enrique Turín comenzó a idear un método para bloquear el ciclo sexual de vacas y vaquillonas, sin que éstas sufrieran. Cuatro años después, la castración incruenta es una realidad.

“ El método consiste en colocar un materia aséptico ( pipeta de introducción diseñada a tal efecto), una solución antiséptica no absorbible en la cavidad uterina del animal. Esa solución antiséptica acompañada de otro elemento, hace que comience el anestro o, vulgarmente hablando, que quede castrado”, cuenta Turín.

El especialista agrega que, de esa manera, se inhibe la producción de la hormona prostaglandina F 2 alfa, se bloquea el ciclo reproductivo y el animal queda en un estado de seudo preñez permanente. Turín enfatiza que es un tratamiento intrauterino incruento, define al método como un anabólico natural y aclara que lo patentó en el Registro Nacional de Marcas y Patentes.

“ Los beneficios que se logran son básicamente dos: el primero es la castración del animal y el otro es el mejoramiento del manejo del mismo, ya que se pueden colocar, en un mismo lote hembras y machos sin correr riesgos de que, por ejemplo, se molesten los novillos con las vaquillonas. Incluso se pueden poner vaquillonas con toros, sabiendo que no quedarán preñadas”, aseguró el médico veterinario.

Inicio
El tratamiento debe realizarse en animales de descarte y no en aquellos que se encuentran dentro del ciclo reproductivo. Para su inicio, las vaquillonas deben tener un peso promedio de 240 y 260 kilos según su raza, y haber manifestado al menos, un celo.

En el caso de las vacas paridas has que esperar 60 días desde el parto hasta el momento del tratamiento.

“ Después de comenzado el tratamiento es factible que manifieste un celo, pero no mas”, aclara el joven veterinario de 27 años. “ Hasta este descubrimiento en veterinaria solo existía la castración del macho, en hembras había una técnica creada por un Uruguayo de apellido Dutto, que consistía en una cirugía que se le efectuaba al animal, que lo hacía sangrar y hasta podía morir. Esto, en cambio no es quirúrgico, es un método incruento.”

No mas de tres minutos tarde Turín en aplicar su invento en cada vaca o vaquillona. El costo por animal oscila entre los cinco y los ocho pesos, según la distancia que tenga que recorrer para realizar el tratamiento.

“ Es barato, si tenemos en cuenta que hay animales que han engordado hasta un kilo y medio por día, que es el doble de lo que engordan los no tratados”, considera Turín. “ Con esto se gana mucho tiempo, porque si antes un animal tardaba seis meses en engordar ahora puede lograr ese mismo peso en tres meses.

Entre vacas y caballos
Cuatro años de estudio y experimentos le llevó Enrique Turín hasta que descubrió, finalmente, el método exacto. Realizó experiencias en 1800 animales, “ de los cuales ninguno manifestó alguna patología tratable, por lo que se maneja una tasa de mortalidad cero,” acota.

Para poder subsistir mientras investigaba, el veterinario pergaminense se dedicó a su otra pasión: los caballos. “ Fui a trabajar al haras Vacación, y de esa manera pude solventar los gastos que insumieron las matrices, cuyo costo fue muy alto. Además, tuve que hacer varias, porque si con una el método no funcionaba había que probar con otras”, relata Turín.

Tanto le gustan los equinos que ha inventado y patentado un endoscopio bucal, “ un aparato que sirve para revisar la boca de los caballos”, según palabras del veterinario.

En forma paralela, atendía su clínica ubicada en pleno centro de Pergamino.

“ Trabajo con todo tipo de animales, aunque mi fuerte son los caballos y las vacas”, admite.

Ya inició el trámite para patentar su invento en el Registro de la Propiedad Industrial, aunque todavía, cuenta, “ junto con Edith Frutos, quien se ocupa de las estadísticas, estamos procesando, en el INTA Pergamino, los datos recabados durante estos cuatro años. La idea es lograr un trabajo que tenga introducción, materiales y métodos, resultados y una conclusión. En pocas palabras, queremos darle rigor científico”.

Su juventud no lo amedrenta ni lo detiene, a la vez que alimenta sus inquietudes con investigaciones e inventos. En silencio, Enrique Turín trabaja para brindar soluciones a los problemas de la agronomía.

José Ignacio Lladós

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