ABC Rural - Septiembre de 1994
Fue desarrollado por el joven veterinario local Enrique Turín y favorece el engorde y manejo de las hembras bovinas.
“Técnicamente hablando, este sistema produce un anestro en el animal ( es decir ausencia del “estro” o período del celo) y una estructura fisiológica, que es el cuerpo lúteo. Es decir que se logra un anestro con cuerpo lúteo persistente.”
Así explica el médico veterinario Enrique Horacio Turín su nuevo método para favorecer el engorde y manejo de las hembras bovinas, basado en lo que comúnmente, podría denominarse < castración >de hembras.
Turín, de 27 años, que obtuviera su título hace apenas tres años en la Facultad de Casilda, dependiente de la Universidad Nacional de Rosario, ya en 5º año se planteaba como hacer para que las hembras bovinas fueran mas eficientes en el engorde. Con el doctor Chamandarian, a cargo de la cátedra de obstetricia, investigaron e hicieron las primeras experiencias en un campo de Pergamino, aunque en el inicio sin resultados positivos.
Una vez recibido, Turín continuó con esta técnica, “con muchos altibajos, obstáculos y escaso apoyo debido a mi juventud”, confiesa.
No obstante, se vinculó a personas que creyeron en su proyecto, fue variando el método y la técnica, y comenzó a realizar pruebas en animales en la zona de Urquiza ( en un campo de los hermanos Bo, con 10 vaquillonas) para ver si el margen de error disminuía.
“ En la zona hice unos doscientos animales entre vacas y vaquillonas, tomando como punto de partida las vaquillonas en el momento de su primer celo, que es el período en que se puede iniciar el tratamiento”, dice Turín.
LA TÉCNICA
La técnica consiste en introducir, mediante una estructura construida con material aséptico, una solución en la cavidad vaginal; esto hace que el animal deje de ciclar, produciéndose su anestro, o ausencia de celo. (castración).
Al no producirse el desgaste metabólico que se genera en su período de celo - explica Turín- el animal mejora su ritmo de ganancia de peso; además, con el cuerpo lúteo persistente, la hormona que está segregada - que se llama progesterona y es la hormona anabólica por excelencia- todo el metabolismo de la hembra se altera y se convierte en anabólico en vez de catabólico.
“ La técnica se basa en estos dos principios: “ castrar” al animal para evitar que pierda esos kilos y que gane peso por estar mas tranquilo y por el efecto anabólico de la progesterona”, enfatiza.
METODO
El tratamiento - que insume entre uno y tres minutos y tiene un costo de cinco pesos por animal- se hace una sola vez y no produce ningún tipo de trastorno. “Hice mas de 1.600 animales con índice cero de mortandad; además no he visto efectos colaterales. La única precaución es que los animales estén vacíos y que en el caso de las vacas paridas haya transcurrido un período de 60 días desde el parto al tratamiento”, dice el profesional.
“No puedo garantizar- agrega- que se obtendrá determinada cantidad de kilos extras por mes. Pero sí que el animal quedará castrado. El resto dependerá de la oferta forrajera, sanidad, tipo de manejo, genética de los animales, etc.
Es una herramienta mas de manejo y una salida para hacer engorde de hembras y cambio de categoría en vacas.
MARGEN DE ERROR
De acuerdo a los datos obtenidos por Turín en sus experimentaciones, la técnica registra un margen de error aproximado al 4%. “En biología nunca dos mas dos es cuatro - dice- y todas las técnicas, inclusive las que se aplican en humanos, gozan de buenos márgenes de error; por ejemplo el caso del método DIU (dispositivo intrauterino en mujeres) como muy bien pueden comprobarlo los ginecólogos.
“Esto es algo complejo porque se está tratando de engañar a uno de los mecanismos mas eficientes que tiene el animal: el que tiene que ver con la propalación de la especie, afirma.
Según el profesional no hay antecedentes de esta técnica en el país y por su parte ya inició el trámite de patentamiento, faltando solamente la aprobación final.
“A pesar que mi especialidad son los equinos, llevaré esto hasta las últimas consecuencias para probar si lo que creo y digo es cierto. Es algo a lo que desde hace cuatro años vengo dedicando mucho sacrificio”.
Sin embargo tanto esfuerzo tiene ya sus compensaciones; hace poco le propusieron a Turín ir a Uruguay para comenzar las pruebas con un lote de 250 animales. Y no hace mucho, quien fuera director de la Estación Experimental del INTA, el ingeniero Carlos Martínez, le ofreció el apoyo de la institución para hacer un trabajo de evaluación final de la técnica.
RECONOCIMIENTOS
Para nuestro entrevistado, el reconocimiento hacia quienes lo ayudaron es fundamental: a Juan “Quico” Frizza por haber confiado poniendo a su disposición un grupo de casi 50 animales para experimentar con su técnica. (Los resultados fueron excelentes - dice Turín - con aumentos en vacas conserva para cambiar de categoría a consumo, de hasta 1,5 kgs por animal y por día). Al ingeniero Carlos Lanusse administrador de la cabaña “Los Gatos” una estancia de 55 mil hectáreas ubicada en las provincias de Chaco y Santiago del Estero - y su médico veterinario Gonzalo Castaño, gracias a cuya colaboración fueron castrados mas de 1.500 animales.
Asimismo, menciona haber recibido el asesoramiento desinteresado del doctor Esteban Ramella, ( una de las personas con que hablé para pulir detalles de mi técnica) sin olvidar a sus colaboradores Mariano Ulla y Salvador Di Costa.
Y por mas que sea mencionado en último término, en su vida tiene fundamental importancia el apoyo recibido de su madre, su flamante esposa y su padre, fallecido hace algunos años “desde arriba está tirando buenas ondas todos los días, dice Turín.
N, de la R.: Quines estén interesados en conocer mayores detalles de la técnica descripta, podrán dirigirse a Veterinaria Estrada, Estrada 532 de Pergamino, teléfono (0477) 24203.
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